Ayudas y subvenciones, sí. Bajada de impuestos, ni en sueños. Es la receta del Govern balear y el Consell de Mallorca para atacar la inflación. En el otro lado, una oposición de derechas que clama por el alivio fiscal, sobre todo, de las clases medias trabajadoras. El abogado Jorge Sáinz de Baranda, experto en Derecho Tributario en el Despacho Font Mora Sainz de Baranda –abogados y economistas– y colaborador de mallorcadiario.com analiza esta y otras cuestiones, como la baja competitividad fiscal de Baleares o la caída de Liz Truss en Reino Unido.
Partimos de una base y es que hay margen para bajar impuestos. «Con cabeza, claro que se puede». El problema es no hacerlo (y no recortar gasto)- o entrar en el mercadeo fiscal que estamos viendo porque se acercan elecciones. Sainz de Baranda recuerda que «cuando nos alejamos de las razónes económicas y nos centramos sólo en las ideológicas, equivocamos el camino».
¿Y cuál es el camino?: En una palabra, deflactar, que no es rebajar sino adecuar. La importancia de los matices. «Hablamos de adaptar la carga fiscal al ciudadano y a las empresas a este escenario de inflación disparada para que no pierdan músculo en el ahorro y en el consumo, como de hecho está ocurriendo. «Hasta Cataluña lo ha anunciado».
¿Susto en la próxima declaración de la renta?
Baleares, en cambio, no. El Govern y el Consell de Mallorca insisten en su política de ayudas y subvenciones porque aseguran que así se ayuda a quién más lo necesita. Es su famoso ‘escudo social’, pero que no llega a todo el mundo ni, sobre todo, se mantiene en el tiempo.
Por ejemplo, el bono de 200 euros para familias que no superen los 40.500 euros de renta. Se solicitará, se cobrará (una vez), se empleará y cuando llegue la declaración de la renta habrá que incluirlo. Lo comido por lo servido, «a no ser que se especifique una exención para dicha ayuda, como ocurrió con las de las inundaciones».
«Que paguen los ricos»… En una comunidad poco competitiva
Pero en cualquier caso, deflactar jamás porque eso significaría «ayudar a los que más tienen», es decir, a los ricos. El problema es que la bolsa de ricos -según su baremo- es demasido grande y entran los ricos de verdad y también la clase media trabajadora, que es la que sostiene el país.
«Lo de que las crisis las paguen los ricos suena muy bien a su electorado pero no es realista ni efectivo, porque la ley prevé mecanismos para que paguen fuera o se muevan a otra comunidad más competitiva.
Y Baleares no lo es. Según un reciente estudio de la Tax Foundation, las islas son la décimotercera comunidad del país en la tabla de competitividad fiscal. Ni sus políticas ni el factor de insularidad han ayudado. «Espero que el desarrollo fiscal del REB sea rotundo y beneficie de una vez por todas a los ciudadanos y las empresas de estas islas. No ha habido Gobierno hasta la fecha que haya arreglado este asunto.
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Reproducción de la entrevista publicada en el diario digital mallorcadiario.com . Léelo directamente en mallorcadiario.com a través de este enlace